Sistema de gestión de riesgos agroclimáticos para la adaptación a nuevos escenarios climáticos

 


 

 

 

 

Componente Impacto productivo

 

Para evaluar el comportamiento de los cultivos frente a las variaciones del clima, se utilizó el modelo SIMPROC (Simulador de la Productividad de Cultivos, también desarrollado el centro AGRIMED) utilizado en la Primera y Segunda Comunicación Nacional de Cambio Climático. El modelo simula el crecimiento y producción de los cultivos, integrando los principales procesos ecofisiológicos y su regulación climática.  El modelo SIMPROC integra en el tiempo las respuestas ecofisiológicas de los cultivos frente a los estímulos climáticos. El crecimiento es simulado entre la emergencia y la cosecha. A partir de la intercepción de la radiación solar y del área foliar, simula en cada instante la producción fotosintética bruta. Una vez considerados los costos respiratorios se establece el potencial de producción de materia seca, proceso en el que influyen las temperaturas y la disponibilidad de agua en el suelo. Mediante un balance hídrico del suelo se establece el grado de satisfacción de las demandas hídricas del cultivo, lo que a su vez, regula la velocidad del crecimiento. El modelo simula la fenología del cultivo a partir de la acumulación de días-grado, variable de base para establecer en todo instante la edad fisiológica del cultivo. A partir de ésta, se modula el coeficiente de reparto del crecimiento entre los distintos órganos de la planta, así como su sensibilidad frente a eventos catastróficos como las heladas, el estrés térmico y la sequía (Figura 12). El área foliar del cultivo crece hasta que la fenología gatilla la senescencia, momento a partir del cual comienza a disminuir el área de hojas expuesta a la radiación solar y, con ello, la fotosíntesis hacia el final del ciclo. 

 

 

 

Diagrama simplificado modelo SIMPROC

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cultivos de verano

 

La accion conjunta de las variables climaticas sobre el resultado productivo de los cultivos fue evaluada a traves del modelo SIMPROC, el cual permite establecer los rendimientos posibles en el escenario climatico actual y el escenario futuro proyectado a traves de los modelos regionales del clima. Las posibles modificaciones climaticas operarán de forma distinta según sea el ciclo de las especies cultivadas. Los cultivos de verano, sembrados en primavera, estarán expuestos al mayor rigor de las temperaturas estivales, donde el aumento de la frecuencia de temperaturas elevadas podria ser la mayor amenaza. Las simulaciones muestran que en el valle central, las elevadas temperaturas en verano podrian deprimir los rendimientos en estos cultivos, afectando al llenado de granos en cereales o al crecimiento de los organos cosechados en otras especies. Un segundo proceso que explicaria la depresion de los rendimientos, es el acortamiento del ciclo vegetativo al precipitarse la madurez, La aceleracion de la fenologia produce una caida del potencial de produccion en la generalidad de las especies cultivadas por sus granos, frutos o tuberculos. Por el efecto regulador del oceano, los potenciales de produccion se mantendrian similares a los actuales en la costa y en menor medida en la precordillera por el efecto de altura. Igualmente se produciria un avance latitudinal de estos cultivos, cuyo potencial productivo mejoraria en la Araucania y Los Rios.

 

Cultivos de invierno

 

El caso de los cultivos de invierno es ligeramente diferente a los de verano. Al ser especies cuyas primeras fases del desarrollo se cumplen en invierno, no seria el estrés termico el factor mas negativo, sino el acortamiento del ciclo inducido por las temperaturas mas benignas del invierno, fenomeno que afectaria mayormente a la fase previa a la floracion, reduciendo la capacidad de estas especies de instalar su capacidad fotosintética. Por otra parte la moderacion de las temperaturas invernales tendría algún beneficio si disminuye la incidencia de heladas, reduciendo las perdidas por este concepto. Una franja muy cercana al litoral mantendria los potenciales productivos actuales al igual que en la precordillera donde la altitud moderaría el alza de las temperatura invernales. Los trigos de primavera, sembrados en otoño, podrían reemplazar a los de invierno del Biobío al sur. La disminucion de las precipitaciones en la costa amenazaría fuertemente a la cerealicultura del secano costero, mayormente entre la Región de O’Higgins y el Maule, esto permite proyectar que los cereales de secano se desplazarán de La Araucanía al sur por la costa y percordillera.  

 

Frutales templados (Manzano, ciruelo, cerezos, Arándanos)

 

En este grupo hemos analizado el manzano como representante de las especies de clima fresco y poco tolerantes a los extremos térmicos durante el ciclo. El valle central de las regiones Metropolitana a al Maule sufre un cierto deterioro en su potencial productivo, aún cuando quedan sectores con buenas condiciones de producción. La mayor amenaza la representan las altas temperatura de primavera y verano, que reducirian fuertemente la capacidad productiva de estas especies. En las zonas costeras la reduccion del potencial no se debe a extremos termicos sino a la reduccion en la disponibilidad de frio invernal, problema que tiene un paliativo tecnologico mediante el uso de cianamidas que reemplazan el frio natural (los mapas no consideran esta intervencion tecnica). De Valdivia al sur las condiciones mejoran claramente para estas especies por cuanto las temperaturas estivales no llegarian a ser una amenaza y los inviernos aún mantendria el frio suficiente como para regular sartisfactoriamente el reposo estacional. Igualmente el alza de las temperaturas de primavera, que ocasionalmente producen problemas de cuaja en esta especies debido al clima fresco en torno a la floracion, sería grandemente beneficioso. De todas formas una fruticultura de este tipo en la Región de los Ríos se encontrará con mayores riesgos de precipitaciones dañinas durante la estación estival, riesgo que habria que considerar ya sea en la eleccion de variedades o en el uso de sistema de cobertura que atenuen su impacto.

 

Frutales Templados con rasgos subtropicales (vides, kiwi, duraznos, nogales, almendros)

 

 En este grupo hemos analizado la vid como el representante más conspicuo del grupo. Estas especies son claramente más tolerantes al calor que el grupo anterior, razon por la cual se ven mucho menos amenazadas por el alza de las temperaturas estivales. Al igual que el grupo anterior, en la costa sus condiciones se deterioran debido a la reduccion del frio invernal, lo que puede ser facilmente neutraizado tecnologicamente (fenomeno no representado en el mapa). La disminucion de las heladas y el alza de las temperaturas de primavera tienden a ser favorables a un aumento del potencial productivo de estas especies. Los nuevos escenarios climáticos viabilizan la producción de estas especies en La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos, siempre con la precaucion de los riesgos de lluvias potencialmente dañinas en verano y otoño, lo que podría hacer a estas especies muy susceptibles al ataque de plagas y enfermedades (su origen evolutivo viene de veranos más bien secos). Es posible que el aumento de la precicidad en la producción o la acumulación de horas de estrés térmico influyan negativamente en los calibres de la fruta producida. Esto podría se neutralizado con variedades más tardias que podrían reemplazar a las de ciclo medio o precoces actuales.

 

Frutales subtropicales de hoja persistente (cítricos y paltos)

 

Este grupo de especies es probablemente la menos amenazada por los cambios climáticos que espera el territorio chileno. Las condiciones actuales en que se les cultiva, están ligeramente fuera de su optimo climático original, lo que les hace tener algunas limitaciones que se traducen en variaciones interanuales de la productividad o en deterioro de la calidad de los frutos (particularmente los cítricos). Hoy las zonas de producción se encuentran restrigidas a areas con bajo riesgo de heladas y con veranos suficientemente cálidos como para permitir la muduracion de sus frutos. En el futuro, los inviernos más benignos permitirían una significativa expansion del área potencialmente cultivable, lo que incluiria prácticamente todo el valle central hasta Biobío. Las zonas costeras se tornarian particularmente favorables debido a la ausencia de heladas en una franja importante del territorio. En Atacama las condiciones mejoraria hasta alcanzar los potenciales que estas especie tienen en su zona de origen. Toda esta situación crea interesantes oportunidades cuyo aprovechamiento es fuertemente dependiente de las posibilidades de riego que cada region pueda ofrecer a nuevosproyectos productivos.

 

 

 

 

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